Ayer asistí a un acto en la facultad de biología con numeroso publico joven claro está deseoso de recibir dosis de optimismo verde, en cuanto a propuestas de gobernar.
Destacó la presencia de Pedro Costa Morata, veterano ecologista, profesor de la Universidad de Madrid y nada menos que premio nacional de medio ambiente, presentándose en las listas municipales justo delante de mí.
La verdad es una gozada escucharle hablar con propiedad, con sabiduría científica, con sentido común de buen ecólogo y sobre todo sin pelos en la lengua.
En sus intervenciones destacaron conceptos explicativos sobre la verdad del desarrollo sostenible desde su raíces de 1987 y no en lo que se ha convertido ahora, un termino desgastado. Que no es posible, por tanto crecer y destruir el medio ambiente a la vez, y sin contar con las generaciones futuras.
Que no basta con conservar un espacio protegido y cargarnos el resto, sino de llevar políticas coherentes en la totalidad de nuestro territorio aumentando las restricciones en los espacios protegidos.
Que la economía no se mide solo con el PIB, que no nos engañen, no confundamos valor con precio, ni tampoco crecimiento con desarrollo. En definitiva que es un honor tenerle en nuestras filas, porque no solo deja claro las cosas en su sitio, sino que además nos trasmite entusiasmo y del bueno, pudiéndose llevar gran dosis del mismo los universitarios asistentes.
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